5.24.2013

Montañas de colores sobre la cama, así de suave se nombra mi desorden en tus labios. Apurada por abrigarme no encuentran mis manos como sostener la frazada, corre tu brazo a abrigarme la espalda, y duermo cómodamente en una cita bíblica que invoca el terreno de Dios, duermo en tu cuello.