No hacés algo común, por qué sabés la alternativa común.

Suela, el piso, suela de nuevo que choca contra el piso. Dirigida la mirada hacia abajo, el suelo y la suela. Caminando, recordando, con ganas de no caminar por ahí pero caminar si. Dos tiritas se empiezan a mover, sueltas caminan cómodas chocandose entre si, se chocan contra la zapatilla, se chocan con lo que tienen al lado, sueltas, libres y volando. Los cordones son para ser atados, pero si no los atas no pasa nada, dicen que te caes pero.. si estás corriendo tiene mas racionabilidad, si sólo caminas los cordones vuelan no más. los cordones no fueron atados, siguen ahí tirados, estáticos como sus zapatillas.

CORDONES SUELTOS, TRES CUADRAS ASÍ,  SI NO SE ATARON NO FUE POR CANSANCIO, SI NO, POR SABER QUE NO IBA A CAER

EL PROCESO DE REFACCIÓN YA CASI ESTA TERMINANDO, MUY PRONTO Y COMO SIEMPRE VA A SER, ¡INAUGURACIÓN!

Si el mar te atrapa, dormí y cuando te levates estás en la orilla

Complicado amarillo con violeta que voltea al cubrecamas, ahora la bolsa de dormir sobre el colchón se hizo una buena carpa, dándole campamento a mi pieza me voy en un paisaje inventado, me voy en los sueños inhedítos e inigualables, me voy y disfruto esa huída de éste paralelo. Cuando vuelvo a ver el color del cielo, que no siempre es igual, me espejo en él y me levanto con unas sensaciones hermosas, como si me hubiese tomado un vaso de pulpa vital.

Adiós

Es ahí cuando me dí cuenta de muchas cosas. Siete personas, tres charlas simultanéas y una que no se podía entablar por mis sentidos transportarse a otra conversación, en dónde el que decían cobraba un segundo plano, era el sujeto el asunto acá y el significado de que el no sé que siempre cobraba vigencia en mis historias se eliminé con un si rotundo y seguro, a ese mundo yo me abrí.

TicTac, TicTac.

Tengo dos agujas, una docena de números y varios espacios donde poner todo esto.

Arañas.Colores.Tejidos filtrosos.Organismo de autoayuda.

Mil quichicientas arañas de colores variados desenrriedan hoy mi cerebro. Juegan a que él es su lana preferída y comienzan a tejer sus telarañas. Ningún color de sus lanas se repite y son fabricadoras de filtros que prosperamente dejarán pasar todo aquello que la computdora de mi maquina roja y vital quiera. Arañas coloreandome la vida, no dejen que se vuelva gris mi seso.

1.2.3.4.5.6.7.8.9.1.0.1.1.1.2.1.3.1.4.1.5.1.6 "El capitalismo por años"

16 indumentarias. Medias. 4 calzados, suelas de mis lugares elegídos. Dos oraciones, una conexión. Desorden de pieza, desorden mental. Almohadones haciendo de sierras a la llanura del piso. 2 mochilas. Papeles y papeles. Lapicera. Cajas. Un nebulizador. Pincel. Una conclusión: me refugio en mi locura por elección. Una alfombra con pelos de gato. Una cortina esperando su cuelgue. Un grito: ¡¡¡Mamá, no voy a limpiar la pieza!!! Un control. 2 calzas. Una cartera. Cubiertos. Pintura y un pañuelo.

Asistir, ayuda a resistir.

Las hojas coloreaban sus ojos. No tenía donde ir. Se lamentaba porque extrañaba su hogar, cuatro chapas, un par de maderas, seis cartones y una mamá. Quería un vaso de leche, cualquier galletita y el asistencialismo del lugar. Contaba sus anécdotas del día con el amigo. Solos los dos por la calle. Nosotros dando una esperanza a la irracional realidad. Ellos dándonos una cátedra de como luchar.

Desplegar aroma a calor





       Vino un viento desde el mar. La arena estaba tibia en mi espalda salada por la olas nadadas hace unos minutos atrás. La coherencia mometanéa la trajo una mirada, más bien una conexión visual. Sus ojos cristalinos chocaron mi visión terrenal. Trajieron una tarde con olor a sol a mi rutina invernal.