Es ahí cuando me dí cuenta de muchas cosas. Siete personas, tres charlas simultanéas y una que no se podía entablar por mis sentidos transportarse a otra conversación, en dónde el que decían cobraba un segundo plano, era el sujeto el asunto acá y el significado de que el no sé que siempre cobraba vigencia en mis historias se eliminé con un si rotundo y seguro, a ese mundo yo me abrí.