2.24.2014

Observando la flora de ayer encontré un carbón de piedra, tenía un negro tan indefinido y sobre él una flor de yuyo, tal vez la flor de yuyo con mas pétalos que vi, poseedora de un color amarillo fuego que lo calentaba sin quemar , una unión que les dejo en sus cuellos besos, que les dejo en sus recuerdos los países de procedencia,  y dentro de cada uno el fuego que no prendió animándose a ser un simple intento de brasa de aquel carbón y el fuego del amarillo de ella. Una dureza que no permitía romperse, un volar de pétalos que no permitía dejarse atar.