2.25.2014

Contéstame. Espera no digas nada.
Háblale al sol que te abriga la cara.
Decile si no era mejor no sernos.
Que claro esta hoy, los rayos nos emanan verdad.
Estábamos buscando la adrenalina de esta vida.
La incertidumbre, donde radican las dudas que atan.
A tu lado, mi antítesis, eras la mejor droga.
Me atabas a tus pestañas día y noche.
Decidí parar la droga de las venas.
Me abracé con tiernos abrigos,
reí por mas calles donde vos no pisabas.
Viniste y no te cansaste de mirarme.
No paraste, fiel fanático de lo imposible,
hasta último momento, antes de emprenderte en el ir.
Así casi huyendo de todo, casi huyendo de mi.
Gritaste en mis pelos, lo interesante de mi cuerpo y hablar.
Gritaste, por fin, gritaste.
Que el placer argentino te había dado una historia más,
una historia que no pensabas cortar.
Gritaste, por que no estaba en la vereda con vos,
había cruzado y para escucharte tenías que simplemente, gritar.
Adrenalinico, pecho de medanos dorados y hermosos.
Somos por el simple echo de no querer sernos.
Así funcionamos, no siendo.
Contradictorios, embarullados, se besan.
Los besos de lo prohibido, e imposible.