4.22.2013

No puedo sacarme la amargura teñida de tu voz. Me cuesta desprenderme de ese cacho que me diste de desternura, de descariño. Puedo inventar palabras y querer que se entienda lo que digo, pero no puedo comunicarte la pena de escucharte decir que. Que así futurizas, que así viajan tus ojos, aunque te detengas a decirme las cosas mas lindas, las felicidades de las palabras en tu trato repentino de quejas y mas queja exagerada me encuentro con un llanto. Que si las cosas no son iguales, que si es lo normal, pero que si lloro como un leve manantial que se lleva ramas incrustadas en el pecho, que se lleve los musgos de tu voz. Que no me interesa una nube gris por mucho tiempo, en algo tan soleado como el amor. Y me encuentro llorando, porque me duele la boca que amo diciendo heridas a mi piel. Porque quiero paños de caricias a nuestros cuerpos, quiero convocar al disfrute y la alegría.