8.28.2012
Tu sangre no se sabe controlada. Cuando mis labios besan mas que lo pactado. La lengua desdibuja los bordes de tus labios, une una piel suave con una mas color claro. En la relajación de tus párpados se siente como una ola al caer al desarmarse, pasividad esperando la acción del otro. Suave mi besos se alejan esperando que saltes hacia ellos. Solo te arrimas a sentir el que te besen, pero no lo hacen y venís insistiendo, pero no lo hacen, y se corren cada vez, desesperadamente usas tus extremos y agarras lo que lo sostenga a ellos, el deseo. Arremetes contra la furia del no. Del no bien sabido si. Callas el deseo, y gritas el placer. Tu cuerpo es parte de mi, el mío es tu continuación. No queremos eso sólo, inconformables, una molestia que vamos a querer acatar siempre. Te quiero dentro mío de cualquier modo, te querés meter como buceando mi adentro, como si fueras a conocerme mucho más, como si pudieras mostrarme de mejor forma, en un lenguaje mas genuino, mas de millones de años antes lo que sos. Me querés mostrar tu mostrarte. Y la esencia misma. El cuerpo de todo eso. Metete, pasa como si fuera tuyo ese lugar. Porque en parte lo es. Veni entra en mi, te necesito adentro, bien adentro, que quiero crecer en tu cuerpo como una semilla, como una rama, ser eso de tu arbol. Pasemosnos, visitemosnos. Convivamos aveces, asi aprendemos a convivirnos, sabiendonos las verdades y las mentiras. La realidad y la imaginación. Creaciones y derrumbes. Sabernos, lamernos, comernos, bebernos, mirarnos, enternecernos. Pasa, habitame un poco, te siento ahora, mientras se que dormis, con tu tibio calor de invierno, con tu suave aliento, con una respiración tranquila. Tu espalda, ahi me quisiera reposar, hombros de verte de verdad, cuando lo unico que huelo son tu hombros al querer pasar en mi.