En medio de la gente bailando, bailamos cumbias como dos desprolijos que no les importa como bailar. En medio del garage donde ya nadie baila, bailamos cumbias como dos deprolijos que no les importa como bailar. En medio de nuestro amor, bailamos cumbias como dos amorosos que llenan sus cuerpos de endorfinas, para besarse con felicidad con risas.