10.07.2011

Lorena

Llegamos a dibujar edificios en hojas oficios. Ciudades enteras hechas con agua de mar. Llenas de vuelos altos que rozan lo real, pero para nuestra suerte solo lo rozan. Imaginamos una idealización del momento, y nuestro despegue no deja posarnos lo pies es un suelo, en una base. Pero mis moretones son muy grandes y cada vez que de ese vuelo vuelvo, me reviento contra el piso y sangro. Tengo miedo, de caer y reventar porque vos de ese vuelo no bajas. Y no te acompaño ni a un puto lugar, de donde te gusta estar. Porque mi vuelo es corto, y aunque lo se disfrutar caigo en que no quiero viajar más con vos. No puedo evitar verte, como te gusta que nos choque el viento, y me gusta verte. Tengo noción del círculo chato que no terminamos más, sé que tengo que hacer. Aunque me gusta verte, viendome.