Dentro, arriba, demasiado arriba que aveces el cuerpo debajo de la cabeza parece otra cosa. Ahí oscuro donde nadie ve, ni uno, se sentían los desenrriedos de cables, hilos, lanas llamese como quiera. La masa ensefalica se ablandaba como algodón en agua. Y en las baldosas de las veredas mas lindas de esa localidad, donde no hay nadie porque todos tienen miedo de la oscuridad y de las gorras nike, mis pies flotaban de felicidad, mi sonrisa no se contenía y disfrutaba mi total bienestar. Era saber, lo que brinda tranquilidad.