Lo busqué, o me habrá buscado y yo fui, hoy es lo mismo. Y despidiendo un año de "boludearlo" o para decirlo mas embellecido, de evitarle comentarios, de jugar con su interés, sentirme cómoda en su inquietante búsqueda de mi, de sentirme como ningún otro chico me hizo sentir, y mi gusto era mantenerlo siempre así, me di cuenta que lo quería, me hacía poner contenta con su existencia y no solo quererlo para mi, quería hacerle bien. Me decidí a contarle un hermoso final, como esos de las películas que siempre le contaba, y él como siempre me escuchaba. Eliminé a las princesas, príncipes azules, hadas y me quede con lo que siempre te dicen los cuentos, un mentira que te haga feliz.
-Desde el primer momento sentí que podíamos ser amigos. En las relaciones con lo pibes podes tener dos caminos, una de lo estético (visualmente atractivo) o de lo interesante (bueno, simpático) si mezclas los dos te sale el ideal, pero elegí ser tu amiga. Nunca lo dudé.
-¿Eso somos entonces?
-Si. Nos llevamos re bien Lucho, o ¿no? sos como un hermano, compartimos todo, no te puedo ver de otra forma.
-Si seguro, a mi me había quedado la duda al principio pero después también te tome como una amiga Mai.
Empezó a guardar las cosas que tenía en las bolsas del supermercado en la heladera, y con un extraño desinterés a lo anterior, me contaba de la noche anterior, casualidades muy justas, que ese día iba a empezar a tener a otra en su boca, siendo la primera en lo que pensaran sus ojos. Nunca le creí y me gusta pensar que nunca resolvimos nada, solo pusimos un parche para tener vacaciones.