3.30.2011

Cena familiar

Al lado de la miga de pan que se había caído en la cena. Como siempre se caían nuestras luchas en ella, donde desbocabamos nuestras iras, angustías y tiranías. Un panfleto de quejas representaban nuestras cabezas. En ese lapso de malestar una noche se cayo una miguita, y creyendo que yo me iba con solo no estar, también caí yo. Al lado de ella, me encontraba eramos pares de tamaño, chiquitas y silenciosas. Debajo de la mesa pude ver todas las miserias que teníamos, creyendo una costrucción apartir de la destrucción. Fuimos anarquistas todos los días ganando luchas de caos y más caos. Rompiendolo todo y recomenzar siempre. Nos planteamos dudas y finjimos un cielo. No ganabamos tesoros, nos daba miedo. El orgullo y el sin razón, temían de la vanidad. Tuvimos vino con mezclas de amor, tuvimos estadíos en otra mansión, un cuarto resultaba un mundo,una mansión era nuestra dicha. Que podíamos regresar a nuestra cotidianeidad mas que desgano, viendolo desde abajo podía sentir la nada, no quierría estar arriba para sentir esa grandeza estupída y amorfa. Nos besabamos las manos y nos escupiamos las espaldas, más traiciones ejemplificadas no podían orar nuestros amenes.
Desde el balcón muchas veces mirabamos el resistir. Que estupides ¿Para qué? si no gozabamos de lo malo, mucho menos creariamos grandezas, juré tirarme y volar como nunca. Mas aún así logre algo mejor. Mi cabeza se despego y me tiré, desde allí, pude sentir los pelos volar y volar, revolcarse con la gravedad. Mis ideas se desmoronaban despegandose una por una, como panes despedazandose, y así mi compañera la miga moría en la presión del viento y así yo de tan pequeña que estaba desaparecía, con una inchoerncia extraordinaría, reflejando mis temores en los negros, vacíos huecos entre edificios y volviendome tranparente en los colores de las luces, como un transtornado confundiendo de personalidad, pasando por todas, muriendo en cada una de ellas. Desplegandose de mi estaban mis sueños y fantasías. Desplegandose de mi estaba toda mi vida. Quería eso y exigía más. Confundía el ecosistema con mi realidad y retome que estaba en el balcón esperando la cena que nos habías preparado para hoy.