10.07.2010
La corona de espinas se la dimos a las rosas para un nido.
No puedo salvarte. Vos venís al mundo para salvar, no me pidas que te salve. Volé a los cielos por dos semanas, siete dias por dos, es mucho. Yo creo en ese poder que se brindo, no sé los demás. Pero es el miedo colectivo que me tira para atrás. No puedo salvarte. Me cumpliste por dos semanas mi sueño que tiene que ser una realidad pero no lo puedo lograr, no quiero darte a vos ese cumplido porque me limita, hace que mis logros sean tuyos, que sólo vos vengas a este mundo a salvarme esas dos semanas a mí, y salvarle a tanta gente otros tiempos. ¿Cómo lo lográs? Quiero creer que fui yo que vi más allá de las vendas de mis ojos, que ví lo que no puede mi inconciencia. Quiero ser yo pero vos llenaste un balde de heridas como si fueras Jesús desclavandote de la cruz.