5.30.2014

una pizca de dulce en tu oreja, medidas del viento fresco. quiero los pelos bien revueltos y el cuerpo entregando su peso. una tardecita con un mate y dos formas humanas inspeccionándose. una noche de birras y calor. estufas en invierno. un lugar extraño y cuatro manos. una semana, un mes. hola ¿que tal? si vení.
Como buen marinero, cuida las sirenas de sus costas. En algún viaje las visita dándoles historias. Lo que no sabe es escuchar, su oír no tiene disciplina. Ellas contienen las historias de una ciudad, conocen el movimiento y de locales la partida esta ganada de entrada. A la hora de narrar no las ayudan los nuevos paisajes e inventan en las noches un paisaje para contarle al día.

5.11.2014

Hay un momento, donde los camiones varados en la lejanía sostienen todos el ruido de sus días. El día que se esconde detrás del sudor de la calle, y una mañana con dolor de cabeza. Tres charlas al mismo tiempo dentro de un restaurante que solo tiene una mesa. Vertedor de momentos, este es el momento donde uno calla para escuchar sus células. Y sin darse cuenta, se siente un poco plástico. El plástico que supo ingresar en su sangre gracias a este tiempo. En este instante, un magnate explica los beneficios de instalar un nuevo producto y un pequeño contiene plomo en su voz.