Una vez ame tanto que logre ver las estrellas, realmente las ví, puntos brillantes que brotaban de mis ojos. Una vez ame que pude ver el calor que desprendían nuestros pechos. Una vez ame con tanta pasion que abandone la intolerancia, las estructuras, las presiones y me entregue por amor. Una vez ame tanto que me creí una flor brotando su belleza. Una vez ame tanto, que ya no pensaba en mejorar el mundo, lo hacía a diario dando felicidad y recibiendola. Una vez ame tanto que perdía la noción del tiempo y me sumergía en otro plano. Una vez ame tanto que conocí la vida, junto a un hermoso. Una vez ame tanto que supe reconocer que era amor, nombrarlo, dirigirlo, disfrutarlo, llorar por él y sentir su duración: la eternidad en mi corazón, una fecha en la agenda cuando nuestras manos se soltaron. Una vez ame tanto que supe dejar ir cuando ya no había más amor.