Te sentí temblar citando a Cortázar, tus músculos eran la nube tierna en el agua. un abrazo no es la medicina pero en la danza no te quería dejar solo. bajaste, me miraste fijo, tus ojos no sabían como hablarme ese mensaje que llevas en el brillo de tus pupilas. te se comprender, es que soy esa tierna luna en el agua para aquel. y en plena vigilia nuestras pieles se abrigaban, alimentaban las células para emprenderse en mimos pasajeros. un poco de calor para esos dos fuegos en tu cara, un poco de poesía para mi panza.