Pecho de arenas. Medanos con hendiduras por donde corre la sal de tu transpiración. Recorreme en un abrazo de calor, puro viento para los ojos y las voces. Medano de actitudes chatas como una chapa, donde no corre el oxido ni corre el brillo. Medano de arenas voladoras, tan suaves que con el viento se van si no están plasmadamente compactas por alguna humedad. Medano, raro medano con tantos atributos a la universalidad de los cuerpos y la belleza.