9.16.2013

Algunos veces cuando alumbra el sol por la ventana no se que partícula de las que vuelan por el aire ando buscando. Cuando me haces mirar a tu mirada, encuentro todo lo que busco. Ese momento correcto del amar. Ya, el ser humano: ser inacabado, ser dudoso, ser curioso. Me corre la mitología, tengo una supuesta mitad del cuerpo que me falta encontrar. Pero me quedo en la eternidad de nuestro mirar, el fuego de nuestros abrazos, el calor que nos llena el pecho de millones de lucecitas amarillas. Tengo que soltar tu mano, la humanidad me llama. Tenemos pueblos por recorrer, espero encontrarte todas las tardes en un mate y algún día en la línea del tiempo ya con libros de caminos en nuestras pupilas, encontremos nuestras manos repletas de mil fuegos mas para construir un valle en algún rincón del mundo donde pertenecer a la tierra. No darle descanso a los días, recubrir de amor a los naceres, soltar manitos, desaprender lo aprendido y en un abrazo del amanecer dormidos nos unamos a los minerales, a los caracoles y a todo el amor que sabemos imaginar.