1.08.2013

Mar

¿Qué hago con estos fuegos internos? Ardo de deseo. Miro su cara, su boca, su baile y sus manos en mi cintura. El calor de la noche, la suave luz del amanecer, el alcohol y su sonrisa. Los fuegos me suben, mi cuerpo deja de acatar las culpas de los convencionalismos, y da orden a la mano a rozar su panza, a rozarlo y incitarlo  De colores rojos incendiarios, de naranjas tenues y de amarillos previsibles, mis fuegos por los hombres no se controlan, y quieren agua de sus sudores, de sus abrazos, de sus besos. Los calores de los bailes, de las noches, de las miradas. ¿Qué hacer con tantas energía puesta en el deseo? Hacer con mi amor,  el amor que me cuida y me retiene en sus amares, en las mareas de hogar que me presenta su aliento. El deseo llega, y no se como responde mi cuerpo, si mi pensar es besarlos, todos los cuerpos.