una palabra de tu boca vale.
importa lo que valen las palabras de las bocas valederas.
palabras que se clavan en mi,
no son bienvenidas.
seran deslices, seran eso que se dice.
eso que no se dice, porque cuesta.
pongo sobre el mantel mi corazon,
y no jodo, ni actuo.
te amo, y eso implica lagrimas sobre tu palabra.
implica separar un poco mis abrazos.
implica sernos pareja,
y los deslices propios.
rozarnos el error,
lastimarnos sin querer es parte,
elegir como derrapar también.

descansamos sobre un colchon.

que nos cubre el cansacio.

afuera unas plantas verdes,

las alimenta una lluvia que parece solo llovernos a nosotros.

cada abrazo parece cubrirnos mas.

tus manos cuidando mi panza, mis brazos.

mi espalda dandote calor.

dormimos los ojos, 

y se despierta nuestro amor en el sueño.

en el reposo de nuestras actividades,

juega nuestro querer.

despertaste de pronto, 

me miraste y susurraste: te amo.

cuando me diste esas palabras,

te acostaste de nuevo abrazandome suave.

te acomodaste, y no estaba dormida.

me desperte justo en el momento antes para recibir

dos palabras y abrazarte con mucho sueño.

reteneme los suspiros,
en lo tibio de tu pera.
lo sútil de tu mirar,
como quien espera con las manos abiertas.
con los oídos atentos,
sin susto ni sobresalto.
con el destino a caminar.
sosteneme en los pasos,
de las baldosas soleadas,
los caminos verdes,
y nuestras miradas.
besemos los brazos
de quien nos ama.
juguemos en las camas,
y en todo lugar escondido.
huyamos al silencio,
donde pongamos en puesta
todo lo aprendido.
mordamosnos las ansias,
hablemos por lo bajo.
acariciemos nuestras hamacas,
donde duerme todo lo soñado.
semos felices puesto
que nos amamos, tenemos nuestras risas
nuestros llantos.
podemos construir lo que queramos.
con cuatro manos,
miles de caminos,
una terraza,
y un arbol.

Sobre el pasto de un jardin verde, con tintes del sol amarillo. Una brisa sopla las hormigas de la tierra y se entra por una ventana entreabierta. Asoma por los bordes, por las maderas que se abren y cierran, pero cuando llueve se hincha y el calor las retoma a su tamaño. Sopla el viento como sopla el piano de la habitación. Unos dedos que hacen brotar música, tocando finamente, entrelazando los moviemientos de dos manos. Tocan las teclas negras, las blancas y dibujan un baile, los dedos danzando. Ella sentada sobre él, abrazandolo con todo lo que tiene, unos pelos que le acarician la cara, unos brazos que le sonríen la espalda, la abrigan bañandola de besos de su boca. Las piernas sostienen la cadera pegada a la de él. Y el pecho.. se posa suave con firmeza sobre el calor del pecho del pianista. Su lenguaje no es solo el musical, el artistico, el castellano. Cuentan sus pechos sobre todo lo sentido en ese momento como un exquisito placer, de contarse las cosas que no se ven. Suenan sus dichas sobre todo galope de corazón, respiración profunda. Por sobre eso, las dichas se expresan traspasandose, yendo y viniendo entre sus pechos. Él pasa sobre sus tendones, musculatura, la electricidad de la alegría hacia el teclado, como un cable de electrcidad, conecta el amor a la música. Las teclas no suenan igual, ni los dedos bailan, el acto maravilloso de unidad entre dos cuerpos, entre dos almas, manifiesta el sonido de armonía de una canción, unos minutos de traspaso a hacerse canción. Ellos dos queriendose. Besandose los recovecos que no se ven, mirando con ojos de adentro las los claroscuros de esa brisa y el sol. El verde del patio, los pájaros de los arboles. Repitiendose te amo con las pestañas, con las caricias de los pies, con los labios que se ponen intimamente rojos. Ellos dos, se sienten    en un recorrido de los días, se sienten como si jugaran desde pequeños. Aman los pechos suavemente firmes.

Era verte, tenerte, verte- verte, tenerte un poco mas. En un beso sobre tu hombro y otro más. Quedarme muda de la emoción sin darme cuenta que estaba muda de la emoción. Verte, seguir viendote. Registrar de nuevo tu aliento, tu dulce hablar. Que me abraces completa, me sostengas de nuevo con tanto amar. Agarrarte fuerte como para entender que estas acá. Abrazarnos tanto, no darle bola a nada mas, verte-tenerte nada más.

El futbol esta tomado por las mafias. Hay mafias en algunos municipios. Dejamos que los descarados hagan. Tendremos un sindrome de verguenza antiactiva que destrabar.

Entre aromas de mujeres, entre colores multiples. Estas viviendo de fiesta, mientras yo sigo mi rutina.
Me sé amor, el cuerpo es simple, es la realidad mas real. El cuerpo busca otros cuerpos, que le den calor. Me pasa, me encuentro queriendo cuerpos que no son el tuyo. Podemos besar cuerpos ajenos, ¿escuchaste bien? ajenos. No llegan a ser el paisaje cual casa que me gusta habitar, en tus brazos y en nuestro caminar. El mundo lleno de atardeceres que nos inventamos. El cuerpo ajeno, es inevitable. Mas nuestro habitat inigualable.