8.26.2012

La naturaleza de leerme los labios de mis acciones. Caminarme las emociones, sabe que pasa por mi sangre sin hacer alarde de eso. No alardea nada, no embronca, ni enfrenta radicalmente. Suave besa mis dudas, su valor me atraviesa. En abrazos me atraviesa, juega su amor con el mio, como un aire calido que cruza solo nuestros cuerpos y su alrededor. Nos visitamos el adentro, lloramos de emoción. Mis exigencias bajadas, reducidas, amaestradas, se rebelan y èl vive eso, pero ¿saben qué? no patalea, ni enfurece. Hace humor, pone en evidencia lo ridiculo que la exigencia es, sin perdirselo, es así. Por eso lo amo, y desde mi "yo no te quiero analizar, te quiero disfrutar" què el mundo opine, ya no doy mas entrevista ni justificaciones, el amor no tiene edades, ni caras, ni desconfianza, ni rencores. Habla con el otro en una lengua invisible, y somos el envase.