3.04.2012

Violeta

Te intento sacar el labio, después te digo: no perdón esto es tuyo. Hace lo que quieras. Como yo.
Te intento hacer escultura con tu propio cuerpo y sólo puedo imaginarte mientras realizo.
Cuando abro mis ojos, estas ahí como siempre estubiste, ningún cambio visual, pero los cambios no siempre se ven. ¿No? Estas cada vez más hermoso, y no es por mi. Es por los dos.