Lo miró como a nadie en su vida ,hoy puede jurar que a nadie vió de esa manera una primera vez. Y no bastaba con decir las mismas palabras que él diría después, únicas emociones que dan ganas de undirse en llanto o correr detrás de las pesadas palabras que se dijeron.
Salían a andar en bici todos los domingos, contandose sobre donde no les gustaba estar, lugares que no encontraba suyos, y una hermosa casualidad de encontrarse en un viento donde se respiraba igual. Lloraban juntos cuando se reían de cosas que nadie veía. Mirar lo minimo de un objeto y mirarse. Conteniendose tantas cosas, que en las palabras ocultas trataban de escapar. Las calles oscuras, y un mate que se terminó. El asfalto caliente del sol, y un viento de verano. En invierno lo único que hacían era esconderse en las casas con entrada a la calle, y jugar a ver quien contenía más el frío para después salir corriendo y perder todo lo vivido. Correr y perder todo lo vivido.
Se distanciaron, por ser vidas diferentes y momentos de vivir diferente. No encontraban tiempos en donde coordinar tantos besos reprimidos. Y nadie los podia ver. Ni ellos.