Me enamoré de un cuelo que siempre detrás de las nubes negras y espesas me espera. Es mi certeza después de todo apagón. Sus colores de fuego en lo blanco de las nubes, la suavidad de sus celestes y lo tranquilo que esta cuando todo lo huno de las nubes mas sucias amenaza y se mueve, él firme espera por mis ojos y mi mirada de admiración. Avanza y me colapsa. La inmensidad, las islas y la nada celeste blanca y multicolor. Me enamoré de él porque donde este como un mar transparentemente quieto me sonríe de felicidad incitándome a su inmensidad.