A veces en un tiempo pasado, que hoy es ícono de mi crecer, me levantaba y algunos días me clavaba cuchillos en los poros, algunos otros días machacaba mis herídas y para descansar machacaba herídas de otros creyendo tener el remedio para los demás, en realidad buscaba el mío. Hoy as herídas que provoqué no tienen remedio pero hoy puedo darle aire a ellos y oxigernar mi piel y oxigenar la de otros. Nunca es tarde. Perdón.