tuve que reconocer que no hay nada

no es facil

asumirse, sin puerto donde llegar.

a la deriva.

Que toda mi inteligencia viene de la absoluta precariedad

Que mis fuerzas, son lo que me mantuvo alejada de acechos. 

que mi amor, aun no lo use. 

llego la comprensión del goce. 

es una opresión tan fuerte la que corroe

que solo su antítesis es el antidoto

y su pesadilla

un perro mordiéndose la cola,

sin parar. 

nadie le puede pegar una patada?

darle comida?

girar en círculos,

le pierde la energía.

en una linea de tiempos repetidos

y sin sentidos.

que el horizonte

se le disperse,

y solo se eche a andar

sin abismos.

un bozal,

y un ojal. 

un palito para su tallo?

por favor.

paradigma abismatico,

proporcionar palitos para otros arboles.

y no se queda con ninguno,

para el envase de su salvia. 

la madre teresa de calcuta,

supo ser un perro persiguiéndose la cola. 

que llueva algún maldito palito,

o que se invente algún anteojo para verlos!

discapacidad, es. 

es tener ojos, y no ver, no ver, no ver. 

se puede llevar a gente ciega a cruzar la calle,

alguien que ayude a cruzar la calle,

de este sin refugio. 

sin mas mire hacia dentro
sin prejuicio ni dedo inquisidor
los verdugos torturadores habian hecho paro
y ahi,
en esa soledad de la que solo ve
tenia en mi mesa un gran banquete
años de construccion
caminar por tantas calles
peligrando las piernas
y aun poder tenerlas
fue verme los musculos
y pensar
que nada podia detenerme
si me arreglaba las pestañas
esas que me confunden los valores
por no poder darles tiempo de entrecerrarse
en la mesa podia sentarme a comer
cuantas veces necesite
reponiendo sabiamente las fuerzas
midiendo las distancias entre los platos
no había temor
dando la vuelta tenia una gran caja de herramientas
y ya no habia mecanico aventurero
seduciéndome con sus manos sucias
en las mias, conteniendo lineas sabias
no pude leer mas manos sin rutas.
es que al juntarlas
solo lastimaban
y en mi camino,
de convicciones ardientes
no puedo permitirme chapotearlas bajo aguas,
es que mi tiempo no es solo mio,
y de lo mio,
ya no quiero derrochar.
la vida,
me puso las cartas en la mesa,
y es mi hora de jugar limpio,
o por lo menos no jugar con el azar.
entre superficialidades ligeras.
debajo de mi manga,
un reloj me (im)pulsa:
las manos que me abracen
deben dialogar con mi amar.

caminar entre los segundos de las estrellas
dejándose guiar por sus unidades temporales,
vertientes de aventuras en enjambres
esperando destiladas en una manta oscura.
propensión en los ojos a los momentos exactos
donde la gente elige vestirse de diablos.
ritual de humanas seleccionando ofrendas,
para restituir almas al tiempo devastador.
interpretar lo azaroso del guión nocturno,
como si se pudiera percibir,
desde el color lunar,
que es vivir con brasas en los pies.

extasiarse, bailar
existir solo moviendo el cuerpo
existir a través del placer del cuerpo
por el alma alimentarse de tambores y trompetas
tus manos, calor que traduce mi pecho,
y devuelve otro calor
descoordinar
coordinar
pies
que solo existen
sin ser lo que se le dice
si no por lo que sienten

olvidar
que la vida es vida
porque existir
en el bailar
es ser verbo
y no sujeto
ni objeto.

existir en lo borracha
en la suave manera de volar
que tiene una humana
en los enamoramientos cotidianos
en los cielos penetrantemente compañeros
en los verdes de la clorofila
en las composiciones químicas
que la naturaleza regala
para que tengamos placer.

era sencillo, salir por la noche para volver por la madrugada
tener el espacio de la soledad como hogar
comerse las delicias más ricas que las manos puedan darse
escucharse los antojos y las quejas
escucharse, escuchar que tiene el silencio y la oscuridad para una
que tienen las voces del cuerpo
los suspiros escondidos en los músculos
que varones acarician las piernas,
abrazan la cama de una
y le miran el placer como único medio concebible de vivir
sentir la humedad de las piernas
abrazar el calor de la mujer
era sencillo, salir de donde una no quiere
para entrar en los mil placeres que una quiere.
era sencillo, ahora que pase las brasas en los pies
ahora que las lágrimas dejaron de ser agua,
para ser abrazos, ser risas de la soledad
era sencillo, el camino que siempre quise
era sola, y colectivamente a la vez.
no existo sin la humanidad que me busco
como castillo de tesoros históricos
como las cartas que me juego para ser esta humana que soy.
Como el valor del tiempo que camino,
que busco caminar.
tesoros, solo tesoros que valen tanto como los pies que me visten.
sin temer perder, sin temer errar, sin temer vivir.
camino por el paisaje esquivando malezas,
pero es parte del tiempo de mi camino,
pisar alguna que otra enrredadera,
y crecer algún que otro hongo de mi vivir.