9.16.2013

No se parar de llorar. Tengo un día lluvioso en mi cara. Tengo la congestión de la tierra mojada en la nariz, la aspiro con la tranquilidad del alivio. Llorar siempre me sintió bien. La sal de las lagrimas de suben levemente la presión y me hacen despertar. Me alivian el pecho. Me destraban nudos. No se parar de llorar, me pone liviana como reír.
Algunos veces cuando alumbra el sol por la ventana no se que partícula de las que vuelan por el aire ando buscando. Cuando me haces mirar a tu mirada, encuentro todo lo que busco. Ese momento correcto del amar. Ya, el ser humano: ser inacabado, ser dudoso, ser curioso. Me corre la mitología, tengo una supuesta mitad del cuerpo que me falta encontrar. Pero me quedo en la eternidad de nuestro mirar, el fuego de nuestros abrazos, el calor que nos llena el pecho de millones de lucecitas amarillas. Tengo que soltar tu mano, la humanidad me llama. Tenemos pueblos por recorrer, espero encontrarte todas las tardes en un mate y algún día en la línea del tiempo ya con libros de caminos en nuestras pupilas, encontremos nuestras manos repletas de mil fuegos mas para construir un valle en algún rincón del mundo donde pertenecer a la tierra. No darle descanso a los días, recubrir de amor a los naceres, soltar manitos, desaprender lo aprendido y en un abrazo del amanecer dormidos nos unamos a los minerales, a los caracoles y a todo el amor que sabemos imaginar.
Saberte contiene dos intenciones, conocer tu mundo: el de la imaginación, de los deseos y miedos, el de las artes. Segunda intención, la de saborearte hasta el alma, darle lenguetazos al brillo de tus pupilas y contribuir a tu embellecimiento. Dos intenciones cumplidas, gracias por cumplirme un sueño: amar. El tramo de la gota que se desprende de la nube para fundirse en una hoja y ser nutriente hoy llega. Vivo en tu piel, y me habitas en mis pelos. Te siento en el respirar cuando te recuerdo. Sos sol, sos paisaje de mi hábitat. Y de un tropiezo me levante, tu pie se puso delante de mi y me marco el limite. Abrí los ojos, decite la verdad. Siempre tan correcto en el ir, tan glorioso tu fluir. Sentada delante de la ventana que llueve como mis ojos, sentada delante de mis ojos, contándome: tenes que decirte tu querer, bésate las pestañas al amanecer, saboreate la boca delante de las manos que te estan tocando la cintura y escucha lo que dicen tus miradas. Un breve in pas, delante tus ojos pestañean esperando sin esperar, ¿Cómo? saben que saben sobre vida, se dejan llevar. Me siento, me escucho, un silencio dice no seas cagona, enfrenta. Salgo a la calle ahí estas, esperando la llave en la reja, entro a tu casa ahí estas tocando una canción nueva, entro a tu corazón ahí estas viviendo del lado alegre de las cosas. No quiero alejarme, mis lagrimas caen sobre el aire, no quiero alejarme. Pero la curiosidad herramienta humana, me desprende de tus brazos. El deseo, que ya no me habita en tu piel. Tu pie marcador, mis lagrimas, el deseo, la lluvia. Voy a dormir en la cama queriendo como todas las  noches que vengas a calentarla conmigo, y el deseo de haber querido esas noches y no haberlas tenido mas que contadas con una mano me devuelve la bronca para desear con mas ganas hoy dormirme abrazada a lo gordito de tus ojos, chinos como una linea y contarte que el mundo es hermoso porque existe el amor, existe la belleza de saberse lleno de colores después de haber besado con tanta pasión.